domingo, julio 29

Catarsis



Hoy es el cumpleaños de Gandi, así que ayer estuvimos de festejo. Mucho Gancia, muy a mi pesar (eso lo digo hoy nomás, y me lo reprochaba mientras intentaba dormir, también).

Hay muchas cosas que me están pasando por la cabeza ahora. No creo que ni siquiera pueda escribir claro. Hay ideas que existen en mi, pero que no puedo perfilar. No las puedo ni siquiera describir. Es un poco desesperante la situación de que existan y que yo no las pueda terminar de descifrar.

El cumpleaños de Agus siempre es especial. Agus es como una hermana, y hay poca gente que puede adjudicarse semejante atribución... y los cumpleaños de mis amigas suelen pegarme fuerte. No entiendo bien por qué, pero así es. Siento que me pasan muchas cosas por adentro. Es como una estampida. Y además Agus estaba especialmente sensible porque Pit se va. Entonces había algo especial en el aire...

Ver a una amiga triste y no poder hacer nada se siente feo. Impotencia por no poder hacer nada para que se sienta mejor, impotencia por verlo a Pit triste, e impotencia por no poder hacer nada para que yo no me sienta triste tampoco.

Es la sumatoria de cosas.

Es el cumpleaños de Agus, y es el descuento para el mío. Este jueves. Ya.

Y mi problema no son los 25. No. Mi problema no es sumar años. Mi problema es el mismo de siempre, sobrevivir a ese día. Sobrevivir a mis ideas ese día, a las cosas que brotan desde adentro. Que mi nacimiento haya sido vida y muerte a la vez. Ese estigma que siempre va a existir...

Es la inevitable comparación del presente, de este cumpleaños, y del anterior. De las personas que estuvieron y ahora ya no están. De las decisiones que (no) tomé.

Es la pausa de Benedetti.

De vez en cuando hay que hacer una pausa
contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana
examinar el pasado rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

Me gustaría mandar a mi mente de vacaciones esta semana. Bien lejos. La mandaría de excursión a Shangai sin mapa. Que se pierda por ahí, aprenda cosas nuevas, y venga dentro de un par de semanas y me cuente lo que vio mientras me tomo un cortado y me como un pedazo de torta de manzana de 7/11. Y que yo no tenga que pensar en nada, sólo escucharla. Que me describa los paisajes y me muestre fotos, y que todo sea nuevo para mi.

Tengo muchas ganas de irme. Lejos. Un tiempo, aunque sea. Estar en un lugar con gente que no me conozca.

Perderme en una librería de libros usados en un pueblito al sur de Francia. Y que la librería esté puesta sobre una callecita angosta de adoquines. Y que entre los adoquines crezca un poco de pasto. Y que esté nublado. Y que en frente haya un petit café, con mesitas de mármol con pies de hierro, y la pared (de ladrillos viejos a la vista) este invadida por una hiedra bien verde. Cruzarme al barcito con una pila de libros que huelan a viejo, y sentarme a leer. Y que me sirvan una taza grande de café. Y que pasen las horas sin que me de cuenta.

Me gustaría encontrar a alguien con quien poder compartir eso.

Que le importe lo que pienso y siento. Que le importe si tengo frío y cuente las horas para verme. Que yo también cuente las horas. Que pueda hablar de las cosas que no me animo a escribir. Que pueda hablar conmigo de las cosas que no se anima a hablar con nadie. Que me cuente sobre las cosas que vio mientras iba a laburar y me las describa con muchos detalles. Que quiera conocer lugares nuevos todo el tiempo.

Y que le guste cantar en el auto. A dúo.

Los dos parlantes afuera,
la música en el balcón
cayendo por la vereda
en sonoro borbotón.
Alguien me acerca un trago,
alguien me quiere hablar,
yo sólo quiero que mires
mientras te miro girar.

Llevás el cabello suelto
y sandalias en los pies,
tu vestidito violeta
cabe todo en una nuez.
Alguien me hace preguntas,
alguien me ofrece fumar,
a todo digo que sí
con tal de verte bailar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Caro.. arriba el animo.
La vida tiene un poquito de muerte todos los días. Pensá que tu cumpleaños alegró a muchas personas. Volviste un día triste en algo muy especial. Sobretodo para mamá (qué haría ella sin su artista e inteligente hija mayor eh??).
Solo vos podrías haberlo hecho de esa manera. Y es mucho mérito y razón para alegrarse.

Te quiero mucho.
(Que conste que me puse a escribir bien con los puntitos y las mayúsculas para darle más seriedad al asunto.) :)

Anónimo dijo...

...a veces me siento un poco así, como aturdida y desorientada...a veces no podemos poner en palabras ni esbozar una idea porque nos gobierna un tremendo caos...y sin embargo si no fuera así no sería tan mío todo este mundo...creo que es muy aburrido vivir de absolutas certezas...hay cosas que nos movilizan y que hacen que cada día cobre sentido: lo inesperado...la magia de no saber y de poder imaginar todo lo posible y lo que no también...
no sé si tiene que ver con lo que te pasa a vos...sólo te comparto un poco de lo que me pasa a mí...creo que hay días que cuestan más que otros, y sin embargo el sol sigue saliendo con la misma intensidad...

le mando a ud un abrazo muy fuerte!

Caro dijo...

Gracias :)

Anónimo dijo...

Hoy venía para el trabajo cantando en el auto "yo te ví, encandilado por el sol, me fundí, descubrí, el amarillo alrededor de los dos"

venía medio rápido porque llegaba tarde y en la esquina casi me choco a un director. nada. eso.