viernes, julio 6

Estaba convencidísima

de que iba a llegar a mi casa, y me iba a encontrar con un pedazo de chocotorta en la heladera. Después de todo, con todas las cosas que me pasaron hoy, era lo menos que podía pasar.

Pero no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

YO TE HAGO CHOCOTORTA CARIN! PALABRA. te vas a despertar y vas a encontrarte con un gran cuadrado de glucosa esponjosa.

Anónimo dijo...

Ay Caro, Caro, me has dejado con el corazón en las manos, no ese que late con sistole y diastole, el otro, el abstracto, el rincon de las memorias, amores y anecdotarios. ¿A qué se debe, a tu forma de contar una cotidiana historia de amor (que tranquilamente pasaría por drama de pelicula, dejando de ser cotidiana).

Mi envidia se reconcilia con mi admiración, cuando creo descubrir que tu facilidad para relatr las circunstancias de la vida se debe a ratos de terapia e introspección, quizás no.

Pregunta: ¿por qué para no afrontar el desamor recurriste a tu hermano en lugar de un terapeuta? -sabio consejero y para colmo pagabas, en caso de querer, solo el café mediante-. Jaja.

Sigo con el corazón en la mano.
Y con ganas de chocotorta.
Coincido en las minucias de la vida, y muevo los brazos y canto mientras que lo escribo. JAJA.

Para finalizar, siendo que también soy espontáneo e inmanente, de hecho en estas alturas del partido me mudé de Buenos Aires a Rio Cuarto (ciudad de córdoba) sólo para estudiar filosofía y descansar del ritmo tortuoso y encantador del gran puerto, me atrevo a pedir tu dirección asi mando una chocotortapor corre -en lugar de un libro-.

(Y si soy yo el culpable -a medias- de que te hayas tenido que crear un fotolog, pero se activó solo que puedan firmar nada más que los users)

Un gusto este dialogo que va entre entre megas y pixeles.

Manuel.