viernes, noviembre 30

Tachero #1

Con asientos tapizados en croco (Exhibit A).



También tenía un palo con una garra en la punta para abrir y cerrar la puerta de atrás desde su asiento (esas puertas que se deslizan). Que por motivos evidentes, no retraté. Cuando hice ademán de cerrar la puerta, sacó el coso ese (que al principio pensé que era un látigo y ahí sí, vi pasar toda mi vida por delante mio) y me dijo 'dejá, linda, de eso me encargo yo'.

Yo ya me veía violada, ultrajada, descuartizada y untada con aceite (?) adentro de una bolsa de croco (porque seguro que tenía una bolsa de croco en el baúl), flotando en el Río de la Plata. Demasiado tarde para huir. Demasiado evidente si me bajaba. El corazón me latió tantito.

Y en esa milésima de fracción de segundo, pensé: 'de última yo se tai chi, y tengo un alfiler de gancho grande en la cartera para cualquier eventualidad' (Mc Gyver siempre tenía algo así a mano). Chequeé que todavía estuviera ahí. Estaba. Listo.

Fracción de segundo subsiguiente: el 'látigo' resultó ser un práctico, tierno y bonito coso para abrir y cerrar la puerta 'porque los pasajeros no están acostumbrados a este tipo de puertas, visteSSS?', y que yo perfectamente usaría para: (i) rascarme justo esa parte de la espalda que no llego con la mano; (ii) bajar los libros del estante de más arriba.

También escuchaba reggaeton.

Después uno piensa que ya conoce todo en materia de tacheros.

I simply maravilleit myself

Aujourd'hui je me suis éveillé avec les cheveux africain. No te jodo, posta. Todo porque ayer se me ocurrió irme a dormir con el pelo mojado. Porque me gusta el pelo mojado, mi pelo mojado. Irme a dormir con las gotitas que se van escurriendo, que se deslizan por los hombros, por la espalda, y el pelo huele tan bien así. Además hacía calor, entonces apoyé la cabeza en la almohada, los pies en otra, destapada, con la ventana abierta y con el vientito entrando por el mosquitero, las casuarinas haciendo swshhhhh mientras retomaba el libro que me prestó Rocco hace tanto tiempo. Y así fui descubriendo, por ejemplo, que los egipcios pintaban los objetos de acuerdo a los puntos de vista que resultaban más significativos, y por eso representaban a la gente de perfil pero con los ojos mirando hacia el espectador, o tratándose de una plaza vista desde arriba, los árboles aparecen como si fueran vistos de frente. Nada de escorzos, ni vistas plantares, ni nada.

Consecuencia inevitable esta mañana: rulos. Pero jodido. Más que rulos, amortiguadores. Y nadie que lea estas líneas lo entendería si tuviera el don del pelo lacio. Agravado por alevosía: la humedad. Y agravado también porque me levanté con exactamente 15 minutos para vestirme, acicalarme, desayunar.

Pero en realidad quería escribir sobre una conversación que transcurrió entre mi hermana y mi madre esta mañana, mientras untaba mi tostada de pan negro con queso philadelphia, y revolvía mi café con ¾ de leche. Intervine con dos o tres palabras, apoyando a diestra y siniestra, y corroborando una vez más cuan buena soy en el arte de la persuasión y defendimiento del punto de vista que se me ocurra defender. Y durante la conversación me divertí oscilando entre la maternidad y la filiación, arguyendo todo tipo de argumentos, señalando flaquezas y virtudes.

Después las dejé que se mataran.

Porque no hay que meterse en las discusiones entre madre e hija.

jueves, noviembre 29

Maju

Espero que hayas tenido motivos más que suficientes para estar en esa propaganda. Y no voy a hablar más del tema.

miércoles, noviembre 28

A tres días del recital de Gordon

Me acabo de golpear severamente el codo contra la punta del escritorio en el que estoy sentada, y me está durando tantito este calambre. Y mientras me como esta empanada de verdura me voy a sentar a escribir. Hace tiempo que no escribo de corrido, lleno de letras y puntos y comas y las estreshitas que me encanta poner y que la Real Academia Española debería incorporar como signos de puntuación (por recomendación de quien suscribe, *obvio*).

Alguna vez le dije a George, mi ex jefe en aquel estudio en el que solía trabajar, que había dos tipos de personas: los que respetaban las sangrías y los espacios después de las comas, y los que no. Cada vez que me equivocaba en algo, George me obligaba a depositar un palito de la selva en su cajón. Yo era su pasante estrella.

Aujourd’hui, de brillante humor. Con ganas de comprarme un cuaderno nuevo para escribir porque ya estoy terminando el que tenía y porque además tengo debilidad por los cuadernos. Y con ganas de comprar cerezas. Me encantan las cerezas.

Y también:

Con ganas de pintar. Porque me compré un bastidor de 90x90 y ya tengo ganas de salpicarlo. Los bastidores nuevos y las páginas en blanco me provocan adrenalina. Aunque después mis palabras o los trazos sean torpes, o tengan faltas de ortografía, o no digan mucho. No importa mucho eso en realidad. No es necesario que escriba absolutamente todo, tampoco. Un manojo de palabras a veces alcanza.

Tachando los días para ir al recital de The Police y verlo a Gordon y cantar Roxanne y Message in a bottle y Everything she does is magic. Me encantan las cuentas regresivas.

Deseando que empiece a hacer calor para empezar a ir a la tarde con Mery al río a tomarnos unas cervecitas con papas fritas echadas en esas reposeras de lona, mientras nos ponemos al día.

Y con ganas de muchos abrazos como *esos*.

martes, noviembre 27

Más apodos

Además de Pichinga, Princesa de Bolivia y Reina de España, ahora también soy LIMEÑA.

lunes, noviembre 26

Te digo así, en secreto:

yo también quería volver.

domingo, noviembre 25

Beezus

Pocas cosas me hipnotizan tanto como la luna cuando está llena. Ah, y las hormigas. Las que se están masticando el rosal, sobretodo. Pero ya no les tengo resentimiento, ni nada. Ayer estaba en el Disco y cuando pasé por la góndola de insecticidas miré el Raid de reojo, pero después me sentí una asesina con tan sólo pensarlo. Lo mismo con los caracoles que salen a masticarse las plantas de adelante a la noche; yo los veo cruzar las baldosas y cuando viene alguien de visita le digo ‘ojo, no me pises los caracoles’.

Ayer a la tarde catch-upeamos con Gandi al borde de la piscina, con un mantel floreado en el piso y un pic-nic para nada improvisado que incluía torta de chocolate de Lucila, pepas, budín de vainilla con frambuesas, y café au lait (Gandi siempre me lo prepara como a mi me gusta, con la dosis adecuada de leche). Todas las palabras, todas. Y esa sensación de llegar y quedarte descalza, física y mentalmente. Y la noticia de que vamos a estar unos días juntas en Mexico (Pit included), que demás está decir, me tiene *muy* contenta.

También me doy cuenta de que a) son tiempos difíciles, pero esta vez I’m loaded; b) puede que me enamore; c) estoy a punto de sucumbir al cambio.
La prueba de todo ello es que me sorprendí considerando seriamente:
- ir a trabajar más temprano y desayunar en mi bar preferido con mi mozo ídem (después del de Gianni’s, claro) para terminar de escribir eso que estoy escribiendo;
- cortarme el pelo y pintarme las uñas de rosa;
- cambiar de vecindario (!)

viernes, noviembre 23

[____________]





Fill in the blanks.
Feeling the blanks.

miércoles, noviembre 21


El coso este

Con motivo de mi no-cumpleaños, N me regaló una cosa que no es nada y depende absolutamente de mi que se convierta en algo:



Con dos consignas:

Consigna No. 1: que le saque una foto ahora, y otra después de intervenirlo;

Consigna No. 2: que lo convierta en algo, o en nada.

'También podés meterlo en una licuadora y picarlo bien finito' (sic)

Lo cual me da muchas ideas. Algunas macabras. Otras medio kitsch, que incluyen purpurina y tul.

Estoy teniendo este tipo de ideas en reiteradas oportunidades. El otro día le pregunté a Rocco si le parecía bien que le pusiera un poco de purpurina dorada al pescado que estaba pintando. Entonces me miró de costado (para corroborar que le estuviese hablando en serio) y mientras él pensaba qué contestarme, agregué:

'también me gustaría ponerle un moño de tul fucsia'

'mmmmmm'

'por qué no?'

'porque así está bueno, lo vas a cagar'

Y después dijo lo que finalmente fue una puñalada a mi estilo:

'es grasa'.

Automáticamente pensé en la vez que me pinté las uñas de rosa chicle, en las chatitas de cebra con borde de charol colorado, en mis bombachas con brillantina, en mi vestido color crema con lunares negros y en la mantita animal print que tanta abrogositud me ha brindado a lo largo de estos años.

Evidentemente, desbordo estilo.

martes, noviembre 20

Feliz cumple Roquito

Que sea con muchos bizcochitos de grasa y purpurina dorada. Y zapatitos de charol, y adornos de goma eva y porcelana fría.

Yey.

domingo, noviembre 18

viernes, noviembre 16

Otrosí, digo

Viajar en tres oportunidades seguidas con la misma persona desconocida en el tren es muy sospechoso.

Jueves, 08:25 am., Estación Acassuso. No me acuerdo cuál era el vagón. Chica de treintipico, morocha. Rulos definidos. Definidísimos. Con gel, o algo así. Medio duros (los rulos). Toda vestida de negro, tipo promotora.

Jueves, 18:09 pm., Estación Retiro. Vagón número tres contando desde el fondo. La chica de los rulos, leyendo un libro.

Viernes, 8:40 am., Estación Acassuso (me encontré con Lu que puteaba porque estaba llegando tarde al laburo). Esperando subir al vagón número dos (de norte a sur), la misma chica de treintipico. Los rulos igual de duros que antes. Esta vez con jeans.

C: 'Ayer viajé con esa misma chica, a la mañana, a la tarde. Loco'

L: 'Sí, a mi me pasa a veces... Se darán cuenta ellos también?'

C: 'Mmm.. no sé, pero para mi que esta está planeando algo'

jueves, noviembre 15

miércoles, noviembre 14

lunes, noviembre 12

Me quedé así pensando

Fue una conversación bisagra, igual a la que tuvimos cuando estábamos en Madrid y compartíamos cuarto. Y el día antes de que me volviera me dio un papel, una servilleta doblada en seis partes, con una aclaración importante: *leer en el avión*.

***

[me gustan mucho las notas en las servilletas. Primero, porque lo que está escrito es espontáneo. No pensás demasiado cómo redactar una nota en una servilleta; escribís como te sale. Además las dimensiones te obligan a ir directo al grano, y después están los dibujos explicativos, las flechas, las pruebas de birome... Tengo una doblada en forma de avión que me tiraron una vez en el bondi yendo a Brasil, invitándome a tomar un café a la máquina del fondo, y tenía un 'si/no -tachar lo que no corresponde-'.
Después están los posavasos -Joaquín Sabina le escribió a Jorge Drexler en un posavasos de cartón el estribillo de 'Milonga de un moro judío': yo soy un moro judío / que vive con los cristianos / no sé qué Dios es el mío / ni cuáles son mis hermanos.
Y después están las postales que te regalan en los bares. Yo tengo una de Carnal que tiene escrito atrás 'Bukowski' de mi puño y letra]

***

Soy muy respetuosa de esas indicaciones, las que te dicen no tocar, no abrir hasta, y sobre todo todo todo, de las fechas de vencimiento. Pero bueno, estaba hablando de la nota de mi hermana, y estaba diciendo que soy muy respetuosa de las indicaciones, especialmente de las suyas. Así que esperé a estar sola en el avión para leerla. La tengo guardada todavía. No me acuerdo las palabras textuales, pero sí me acuerdo de que mientras la leía me daba cuenta de que algo había cambiado y que estábamos hablando de igual a igual. Que entendía lo que pasaba, que ya podía hablarle de cualquier cosa. De repente, como si nada. Porque esas cosas son así, de repente, zas.

Zas.

Y ayer no hubo nota doblada en seis partes. Ayer entré a su cuarto a buscar algo y me pidió que me sentara, que quería decirme algo. Y también fue bisagra, como la otra vez.

Me cago en la mierda*

*No me gustan los eufemismos, las cosas hay que llamarlas por su nombre. También es un insulto bastante común entre los españoles.

AYER:

H dice: bueno, entonces desayunaste y luego?
caro dice: la gata
caro dice: hizo de las suyas en el living
caro dice: y se las ingenió para ensuciar también las cortinas
caro dice: la odié
H dice: cacarula?
caro dice: pero está vieja y me dio pena
H dice: cacosha?
H dice: pupu?
caro dice: cagó el living
caro dice: pero bueno
caro dice: salí a correr mientras pensaba que a la vuelta iba a tener que hacerme cargo
caro dice: prefiero la caca del perro, toda la vida
caro dice: la de la gata es inmunda
caro dice: el olor es inmundo
H dice: me voy a hacer una remera con esa frase
caro dice: así que mientras corría escuchando música
caro dice: (jajaja, quiero los derechos)
caro dice: mientras corría pensaba de qué forma hacer la tarea lo más entretenida posible
caro dice: corrí mucho
caro dice: no fue porque no quería enfrentarlo, pero la verdad que el día estaba lindo
caro dice: en shanishidro (es distinto) vas corriendo y de repente olés jazmines
caro dice: o ves frambuesas en el piso
caro dice: posta
H dice: ves moras en el piso
H dice: no frambuesas
caro dice: y cuando llegué a casa prendí música y llamé a las endorfinas para que me ayudaran a limpiar la caca
caro dice: SON FRAMBUESAS
caro dice: LO JURO
H dice: no
caro dice: hay unas frambuesas silvestres
caro dice: que crecen tipo arbusto
H dice: no
H dice: foto
caro dice: bueno, las voy a retratar para que veas
caro dice: anyway
caro dice: volví a casa
caro dice: me calcé los guantes de goma
caro dice: lysoform + procenex lavanda + esponja dura
H dice: pero encima de garcar lo esparció todo?
H dice: alfombra?
caro dice: la PARED
caro dice: no me preguntes cómo
H dice: te odia
caro dice: no, odia a Estela
caro dice: porque mientras limpiaba se echó al lado mío
caro dice: como diciéndome "perdón, no sabía que era domingo"
caro dice: "te banco"
H dice: jaja
H dice: ok
caro dice: por suerte no hay alfombra
caro dice: es piso de cerámica, no sé
caro dice: así que me puse a fregar
H dice: es un buen cuento corto
caro dice: la pared, el piso y la cortina
caro dice: (se limpió en la cortina)
H dice: termina con "perdón, no sabía que era domingo".

sábado, noviembre 10

Yo quiero quiero quiero ***

1. Jazmines en mi mesita de luz.
2. Chaw fan de pollo y helado de chocuquina de Persicco (o de dulce de leche granizado con dulce de leche natural, en su defecto).
3. Dos mojitos con azúcar en el borde.

Con eso me conformo.

viernes, noviembre 9

El que otrora fuese un cuadrado



Acrílico sur le papier.

Oido al pasar

"Los uruguayos son radicales con vista al mar".

jueves, noviembre 8

Una cosa que se llama Facebook

Cuando estás ociosa en el laburo es peligroso. Pero mucho más peligroso es cuando somos varios.
Entonces saltó Pancho pidiéndole a Jota que le explique cómo se usa el Facebook, y yo con cara de 'de qué estás hablando?'.

Y yo que pensaba que después del ICQ y del MSN ya no había más nada.

- 'Dale, hacéte uno'.

- 'No'.

- 'Daaaaaaale'.

- 'No, Para qué? mis amigas no usan esas cosas. Además termina siendo como un tamagochi, que tenés que ir alimentando día a día para que no se te muera, y se te enferma, y lo tenés que sacar a pasear, a hacer pis... y para eso ya tengo un blog, que suficiente manutención me reclama. Es como que entrás en un círculo vicioso para no dejarlo morir y se genera una relación de dependencia enfermiza'.

- '(...)'

- '(...)'

- 'Daaale, no seas amarga'.

Amarga es la palabra clave cuando alguien quiere convencerme de algo.

miércoles, noviembre 7

Hombre que lee a un hombre que lee

Estábamos en el auto volviendo a casa y me contaste lo que te dijo cuando estabas allá, que la vida había sido muy generosa con él y que por eso él tenía que ser agradecido. Y que no gritaba cuando hablaba, todo lo contrario. Que miraba las cosas distinto, un poco entrecerrando los ojos como para ver los claroscuros y no perderse nada, como cuando estás pintando y querés ver bien dónde están las luces y las sombras. Y como la vida había sido tan generosa con él, trataba de ser lo más atento que podía ser, y te abría la puerta para que te subieras o bajaras del auto, y si no estaba arreglando algo, estaba preparando café, o sacando la basura, o sonriéndote. Porque nunca sabés quién está necesitando que le sonrías y de última, de última, no te hace además bien a vos sonreír? La gente no te mira distinto si le sonreís y no se lo esperaba? Aunque sea un extraño, digo. Acaso no te sentís bien con eso?

Y la vida te puede pegar duro a veces, pero en realidad vos tenés muchas herramientas para enfrentar todo eso. Y es que sí, todo depende de la actitud que le pongas. Y en serio, te digo, si vos hacés las cosas bien, si sos una buena persona, si tenés buenas intenciones, si le ponés el corazón a las cosas, la vida te devuelve todo eso. Es como la mano invisible de Adam Smith, que equilibra las cosas. Como si el universo o Dios o lo que sea, conspirara a tu favor para que las cosas se te den.

Vos seguí mirando las cosas así, con los mismos ojos. Está bien que seas curiosa, y está bien que hagas lo que sentís. Hasta ahora el instinto nunca te traicionó.

Y en el tren había un tipo leyendo el diario, y a su vez otro tipo leía al tipo que leía. Leía su cara, sus expresiones, lo que le estaba generando leer el diario en ese momento, esas líneas.

Un hombre que lee a un hombre que lee (como los Trece hombres que miran de Benedetti, pero estos leían).

Y yo miraba todo eso mientras escuchaba Estadio Azteca. Y mientras miraba todo eso, también pensaba en que la vida también fue muy generosa conmigo.

Está bueno mirar a alguien mirar. Me gusta eso, es como si te estuvieras metiendo en su fuero íntimo, como si le estuvieras leyendo el pensamiento, como si estuvieras descubriendo sus secretos.

Pero mejor, mucho mejor es mirar a alguien que te mira. Esos dos o varios segundos, lo que dure. Que me estás mirando y te miro mientras me mirás.

martes, noviembre 6

Muak



Acá, atendiendo reclamos fraternales.

Ya te dije, no andes divulgando que sos mi hermano preferido porque se me arma quilombo con el resto.

Estamos lejos pero estamos cerca :)

Y cuando vuelvas nos tomamos nuestro cafecito tribunalíceo y nos ponemos al día. Esta vez pago yo, te prometo.

Ah, tus plantitas bien. Todavía no murió ninguna... Y la pizza de los inmortales que dejaste en la heladera todavía no camina. Pero ya le puse nombre.

Muchos muchos besos.

Tu sis.

domingo, noviembre 4

China town






El olor del barrio chino es indescifrable. En ocasiones, sumamente repulsivo, pero ciertamente indescifrable. De dónde puede venir semejante olor? DE DÓNDE!?

Sudor oriental? mezcla del olor a jengibre con sake? Los chinos se lavan los dientes? SE BAÑAN?

mhhh

Este y otros interrogantes me surgieron mientras caminábamos con mi hermana por el Barrio Chino. Pero salvo por eso, por esa cuestión olfativa, me declaro una enamorada absoluta del Barrio Chino, sus colores, su gente, su folklore. Ir al Barrio Chino es uno de mis programas preferidos.

Las vidrieras empalagadas de cositas kitsch, budas, gatos de la fortuna, las típicas alcancías de cerdos dorados, los mandalas, los pinceles de pelo de conejo, las bolas para hacer masajes, los supermercados con productos autóctonos (que nos vimos tentadas de comprar).

Después terminamos en el barcito ese, tomando té verde y de ginseng y comiendo una cheescake que nos sirvieron con una grulla-origami.

Infalible contra la resaca


Estrenando las tacitas chinas.

sábado, noviembre 3

Entre otras habilidades

No quise faltar al taller porque dos sábados sin Eileen, Pepe, Anita, Mita (+Cata flotando en su líquido amniótico) y Roqueishon era mucho.

Es como que ya somos una gran familia, nos abrazamos cuando nos vemos y cuando nos vamos, tomamos mate, comemos bizcochitos y también pintamos. Y cada tanto nos paramos para ver qué está haciendo el otro, nos vamos turnando para cebar, criticamos a las alumnas nuevas de los miércoles -que no dicen rojo... dicen COLORADO-, escondemos las bandejitas de telgopor (CON "L" -gracias por la aclaración, querido anónimo-) para que no nos las usen (y maldades afines), y escuchamos música, to mention but a few.

- 'Pero Rocco, decí la verdad, nos preferís a nosotros...'

Así que con una hora y media de sueño en mi haber manejé hasta Benavidez. Y en el taller me tildaba mirando por la ventana. Rocco me sentó en una mesita verde, con mi cuaderno de bocetos en frente, lápiz, acuarelas, tinta china y 'bueno, ponéte a trabajar sobre eso que hablamos, lo que se te ocurra; podés escribir también'.

Y en realidad no me tildé mirando por la ventana, estaba mentalmente durmiendo. Yo tengo esa habilidad innata, de dormirme con los ojos abiertos.

Después, las consecuencias.

'Y, alumna Caro? qué hiciste?' (me dice 'alumna Caro' cuando quiere hacerse el serio)

'Bueno, acá dibujé un pie con un callo. Ya sé que no es muy elegante, pero tengo un callo que me está matando... Pero no pude avanzar mucho porque estuve durmiendo un ratito mientras miraba por la ventana'.

'Ah?'

jjajajaja

Sí sí

El día post-casamiento es resacoso y con mucha sed.

Iba a escribir un post sobre el casamiento en sí, sobre lo contentos que estaban el Bola y Pepi, la música y la (oh!) torta de manzana que me comí, pero después me acusan de apología del susanismo...

Y no da.

viernes, noviembre 2

[SIN ASUNTO]

A veces sentís como que estás al borde del colapso, pero no. En realidad no estás al borde del colapso, sólo estás un poco así, mezclosa de sentimientos. Como una coctelera, con ese mismo ruido que hace cuando estás preparando un trago, ese shk-shk-shk y los hielos que rozan contra el metal y que también hacen ruido, y los dedos que lo sostienen lo sienten también, el shk-shk, y se enfrían. Los dedos, las manos, mientras preparás el trago, se te enfrían.

Después lo servís y arriba te queda la espuma. Le podés poner azúcar en el borde, que queda muy bien. Y después cuando te tomás el trago, le pasás la lengua y te comés el azúcar. Esa es la parte que más disfruto, y si es un mojito, buah...

Algunos tragos no vienen con ese borde porque no quedan bien con el azúcar.

Pero no importa, hoy estaba muy enojada. Si me hubieras visto, te hubieses cruzado de vereda.

También pensé en no escribir nada más. Nunca. En meter todas estas hojas y hojas de palabras y pasarlas por el trozer. Mis cuadernos, todo. Al fin de cuentas, tanta catarsis y autoterapia para qué? para que venga alguien y haga cosas desubicadas.

Y escribo y borro. Odio escribirme y borrarme, como si tuviera ciclotimia. Escribo en un rapto de ira y borro cuando me doy cuenta de que no quiero que nadie me lea. Al final es como si esto fuera una vidriera, la gente pasa y te mira, como una cosa rara. A ver qué le pasa a esta mina hoy, le habrá dado leche de nuevo a su gata? se murió su planta? la vomitaron de nuevo en el tren?

Y ya no sé si quiero seguir escribiendo, entendés? Yo quiero que alguien me escriba.