sábado, julio 7

Kitsch

Entre otras cualidades destacables de Tesa, está la de llamarme cuando estoy durmiendo. Primero, insistentemente al celular; luego, insistentemente a mi casa.

Después de una llamada al celular que no llego a atender -en este caso, PORQUE ESTABA DURMIENDO- sigue indefectiblemente un llamado a mi casa.

Yo (corazón ) Tesa, en estás circunstancias.

El viernes había salido con Mery, y salir con Mery implica siempre volver tarde-tarde-tarde con un par de Baileys en mi torrente sanguíneo y un mareo estomacal. Con el agravante que tenía que levantarme a las 8:30 para ir al taller de Rocco-loco (sólo eso puede lograr despertarme con tan pocas horas de sueño encima).

A Dios gracias hoy no teníamos paddle, así que volví del taller a las 2, me comí una suprema de pollo fría con mostaza (oh sí) y sambullíme en mi camucha con luna ronrroneando a domir panzudamente, sabiendo que Tesa tenía partido de fútbol en Pilar y después tenía que pasar a visitar a una puérpera, por lo que me iba a llamar para facturear con Grandi, bien entrada la tarde. Eso me daba un par de horas de dulce dormir.

Calculóle mal el horario (calculéle, en realidad, pero suena medio mal). Tesa llamó antes de lo estipulado.

Hereje.

Soné el celular. No llegué, no lo encontré, me tropecé con todo lo que tenía en mi cuarto, me la di con la punta del escritorio, insulté al Arcángel Gabriel.

Inmediatamente sonó el teléfono de casa. Era Tesa.

Miré el reloj, eran las 4.30.

Se suspendió lo de la puérpera? Bueno, dale. Veníte y hacemos Central Perk con Grandi. Beso, chauz.

Además del taller de Rocco, sólo a Tesa le tengo permitido interrumpir mi sueño.

En el camino a lo de Angie (que fuimos a saludar porque se estaba yendo de excursión al Delta -con bolsa de dormir y estufa halógena incluida (?)-) nos encontramos con estas señoras:



y nos prometimos firmemente jamás llegar a tal edad y calzarnos semejante conjunto rosa para salir a 'trotar'. Pase lo que pase.

Finalmente terminamos con una tazota grande color tiza de café con leche -yo- y de té -Tesa- en Central Perk, con un scon y un cuadrado de coco y dulce de leche, respectivamente.

Grandi finalmente no pudo apersonarse. Triste.

Entre otros temas profundos que tratamos, hicimos un inventario mental de cosas que nos parecían kitsch (después de discutir la esencia de dicha palabra). Muy a mi pesar, llegamos a la conclusión de que el gato de la fortuna del barrio Chino se encontraría entre dichos objetos, junto con el sweater rayado de Tesa (rosa, verde, azul y gris).

Después a la noche seguimos la categorización con Marian (con comida china de por medio).

Y después, etcétera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La tipica pelota de vidrio con nieve adentro es muy kitsch. Y los sweaters con muñecos de nieve.

Caro dijo...

Sí, ambos encajarían en la categoría. Gracias por el aporte!