domingo, febrero 8

Domingo ocho

Dejando de lado el cansancio por las horas de insomnio acumuladas, lo mal que nos han cortado el pelo esta semana (jamás reincidiremos), el pedazo de torta con fondant que hemos comido a la tarde por compromiso (nunca pensé que escribiría algo así) y haber conducido en contramano por una avenida de la localidad de Lugano (después explicaremos esa parte), venimos a ratificar que Marte ya no está entorpeciendo tanto nuestras vidas y a afirmar que nos han concedido un salvoconducto hasta el mes de marzo -al menos-.

En meses pasados nuestras actitudes tendían hacia la involución.

Ahora ya hemos comprendido. Somos más racionales, tomamos menos café y si no nos gusta la fiesta de cumpleaños, nos retiramos con suma cortesía.

1 comentario:

luna ocre dijo...

A eso lo llamo crecer.
No te estaras poniendo vieja??