martes, marzo 4

Las operadoras en los tiempos del cólera

Quizás hasta sea de paranóica, pero soy la única persona a la que llaman los de Personal para chequear mis datos con tanta tanta tanta tanta pero TANTA insistencia?

Ayer, en horario laboral, voz de borrega: ‘Buenas tardes, señora (ah?) Bxxxxx, mi nombre es [ ] y la estoy llamando para actualizar la información de nuestra base de datos’ (con esa voz TAN insoportable que ponen de 'esta-conversación-está-siendo-grabada' aghhhhhhhhh).

‘No, diculpáme, ahora no puedo’ (además no soy señora, mocosa de porquería, fijáte mi número de DNI)

A las 20:15 veo dos llamadas perdidas del mismo número.

Creyendo haberme liberado, la misma chica me vuelve a llamar hoy al mediodía, me recuerda que fue ella quien me llamo ayer (con la misma voz de frígida) y ‘disculpáme, pero no te puedo atender ahora, estoy trabajando…. Sí, no sé, llamáme otro día…. No… Bueno, no sé, llamáme después de las 20, ahora no puedo, chau’. Qué insoportable, *Dios*.

Y esta vez no fui simpática. No pude. Dejé que se diera cuenta que me caía mal su llamado, su tono de voz insolente, la forma en que pronuncia mi apellido -sobretodo, el prefijo “señora”-, y que jamás sería amiga suya, no sé, basta. Basta.

Y ella volvió a llamar hoy a las 20:20.

Volvió a llamar.

Siempre-siempre vuelven a llamar.

Y la conversación fue más o menos así: ‘Buenas tardes, señora Bxxxxx, mi nombre es [ ] y la estoy llamando para actualizar la información de nuestra base de datos’.

Y sin dejarme meter bocado, agrega:

‘Bien, su nombre completo?’

Ahí me enojé. Y le expliqué, aún conservando la paciencia, que yo no sabía quién era ella, ni si trabajaba o no en Personal, pero que no le iba a dar ningún dato mío por teléfono. Ninguno.

Enseguida quiso proveerme de sus datos.

‘De todas formas yo no tengo forma de corroborarlos. En todo caso, hagamos al revés. Ya que estás actualizando mis datos, contáme qué dicen y yo te digo si están bien’.

Entonces la mina se pone a repetir de nuevo todo sus speech, que me llamaba de Personal, y que sólo querían actualizar mis datos, como si lo que yo le hubiera dicho le hubiese entrado por una oreja y salido por la otra.

AHÍ SÍ. Ahí me enojé.

‘Escucháme una cosa. Yo no sé quién sos, pero ya te expliqué que no te voy a dar datos míos por teléfono. No me importa que me digas cuándo activé esta línea, ni cuál fue el último número al que llamé. En este momento, hasta la CIA puede saber en qué lugar del planeta estoy, y hasta me pueden ver parada en mi jardín, regando las plantas, desclaza [con el esmalte de las uñas de los pies pidiendo a gritos quitaesmalte]. Así que lo que puedas decirme sobre mi, realmente no es parámetro de nada. Vos no me podés exigir que te de datos por teléfono, como yo no puedo pedirte que dejes de repetir como una ignorante lo que ya me repetiste 5 veces en lo que va de dos días. Si necesitan que actualice mis datos, dame una forma alternativa de hacerlo. Por teléfono no te voy a decir nada.

Y como si esto fuera poco, la mocosa amenazó:

‘La vamos a volver a llamar, SEÑORA’.

4 comentarios:

Unknown dijo...

auuuchh!!
y si,son rompebolas.
to trabajo en un calla center(pero de atencion de reclamos,no llamo a los clientes) por lo que se ,nunca tenes que dar esos datos,xq puede q te carguen algo.
entiendo que te enojes,pero HAY DE TODO como en cualquier laburo,y creo q en este caso te toco una mina muyyyy pegajosaaaa jajaja
te mando un beso!!

Caro dijo...

No me gusta hablar por teléfono. Ese es mi problema...

Anónimo dijo...

jajajajaja

...igual... lo del numero de documento no es parametro para saber si estás casada o no... yo te entiendo...pero con 25 hay muchos ya con la vida hecha...no?

Caro dijo...

jajaja

Pero no lo decía por la condición de casada. Lo decía por la edad...