De la dura-durísima odisea de viajar en tren esta mañana: Y es que hoy, cuando me desperté -y todavía estaba acurrucada en mi camucha, bien bien calentita-, se me cruzó por la cabeza que tal vez sería una grandiosa idea no ir a laburar. Abrí los ojos, los volví a cerrar, me estiré, me volví a tapar y empecé a debatir con mi conciencia el asunto. Finalmente la muy responsable me explicó que no, que no era un buen día para faltar. Sobre todo porque tengo un muerto en el escritorio desde el jueves a la tarde y ya es hora de que lo resucite antes de que su hedor vuelva insostenible nuestra convivencia (I see dead people).
Además, qué es eso de querer faltar al laburo sólo porque afuera hay - 6 grados de sensación térmica? Acaso no sos adulta, madura y competente? (claro que no, pero bueno...).
Viajar en tren con esta temperatura tropical no es lo que más me entusiasma en la vida, pero tenía herramientas para enfrentarlo, y estaban nada más y nada menos que en mi ropero: remera N°1 blanca + remera N°2 fucsia + sweater + sweater + tapado turquesa + bufanda negra + medias largas grises + pantalones gruesos + botas altas negras + guantes violeta.
A la vista de cualquiera parecía un esquimal vestido para el carnaval del cardúmen ártico. Me faltaba la caña de pescar y un pingüino de mascota.
Una vez en el tren -alegremente superpoblado- me acomodé donde pude. Y digo alegremente, porque tenía la esperanza de que tanta gente amontonada quizá me diera un poco de calor, pero no. No le pidas dulce de membrillo a esta gente amarga que a la mañana viaja con cara de fluido manchester. La gente en el tren a la mañana, y en vísperas de invierno, no es amigable. Y no te preocupes, el frío ya va a pasar y no vas a morir. No en este tren, donde la gente es tan poco amistosa. Te dejarían ahí tirada, con tu pingüino mascota.
Tu triste realidad: trabajás en el primer piso y ahí no hay calefacción, negrita. Pero tenés una máquina de café que hace maravillas, y con un té/café/cappuchino cada 40 minutos estamos más que hechas.
Estás a fin de mes, y por ende, en economía de guerra. Por eso al mediodía, aunque morías por comerte un guiso de cualquier cosa con cualquier cosa, deberás arreglarte con el sandwich de pan árabe del kiosco de Reconquista, por la módica suma de $3 (a todas luces una ganga). Y nada de hacer puchero.
Salvo por estas pequeñas cosas que pasan de cuando en vez, que venga el invierno nomás!
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6 comentarios:
Si la verdad es que semejante fríito a fin de mes es algo que podría tornarse bajoneable y todo... peroooo... como dicen algúnos, al mal tiempo buena cara y a seguir dándole gasssss
jajaja o si no... un knor suiza y a esperar llegar a casa a la comida de mamá jajaja
ami los pingüinitos me parecen de lo mas simpaticos
Hace unos dias que no entro al blog, y lei este post medio tarde. De todas maneras no puedo quedarme con las ganas de preguntarte...¿Que es la sensacion termica? ¿Como la miden? ¿Para que sirve!?
Creo que la respuesta a todo es que es un termino argento en su maxima expresion!, que sobrevive para hacer un poco mas tragico al clima, sea frio o calor, pero que no tiene demaciada diferencia con la temperatura normal, y todo termina en el comentario de "Viste a cuanto llego la termica hoy?"
Cosa que ademas esta mal dicha! Las termicas son corrientes de aire.
En fin.
Hablabamos de esto ayer en el laburo y justo ahora lei esto y no me queria quedar con ganas de comentarlo.
Saludos
Un aplauso, porfavor, al muchacho de la termica por su evaluacion acerca del asunto. Ciento por ciento en lo cierto.
Al muchacho de los confites: la sensación térmica se mide sacando el brazo por la ventana. Bah, no sé... eso me dijeron.
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