viernes, octubre 3

Starring

Ahora también va a escribir en este hontanar de cursilerías mi amiga Concho (Mery para el resto de los mortales).

Cuando la amistad data del metro veinte, hay que tenerle mucho respeto.

Hubo una época en la que jugábamos entre los cajones de mimbre del garage de su casa, armábamos nidos para que los pájaros con menos motricidad fina no se quedaran sin bulo para pasar el invierno (y nos trepábamos a los árboles para ponerlos en lugares estratégicos, al resguardo de las lluvias y el viento), andábamos en bicicleta (andábamos en bicicleta, Consho?), nos arrancábamos las cascaritas, hacíamos ensaladas con las plantas de mi madre, equitábamos, enterrábamos en el jardín las cosas que rompíamos, yo la torturaba tocándole canciones en la guitarra (una y otra vez) y ella me torturaba con otras cosas.

Después crecimos, empezamos a depilarnos y a hablar de hombres.

Se murió Nano, y Sócrates terminó expatriado en la casa de mi abuela.

Un día Mery empezó a tocar con una banda de música hindú y yo empecé a escuchar Radiohead.

Dejamos de comer tantas porquerías y empezamos a comer arroz yamaní.

Nos rompieron el corazón. Varias veces.

A mi me operaron de un quiste en un ovario.

Mery se hizo un tatuaje en la nuca.

En fin, muchas cosas.

Se las dejo en bandejita.

1 comentario:

Caro dijo...

Estas fotos son medio flogger.

Vamos a ver si resisten.