martes, noviembre 3

On letting go

No me gusta tener que reconocerlo, pero este último tiempo estoy bastante desordenada. Durante muchos años de mi vida (y sobretodo en el colegio) siempre fui muy prolija, hojalillos en las hojas, subrayado con regla, clips en el pelo, uniforme impecable, los lápices siempre con punta. En la facultad tenía siempre los apuntes al día, las fotocopias leídas, los libros subrayados.

No sé qué me pasó estos últimos años, pero entré claramente en la decadencia. Los estantes de mi cuarto tienen decenas de libros apilados. Libros y revistas, pedazos de adornos (un memorabilia roto de NYC que me regaló ganesha y me da pena tirar), un huevo kinder abollado que me regalaron los del laburo hace dos años para mi cumpleaños y que nunca tuve ganas de comer, instrucciones de cosas, un elefante con un billete de $2 atado en la trompa, golosinas, señaladores, una lata vacía de castañas de cajú, el molde de los dientes que me tomó la dentista cuando me hizo la placa para no bruxar (y que me dijo que guardara para hacer un pisapapeles), block de hojas, piedras de cuarzo, un pedazo de palo santo que me regaló Concho una vez, un espejo.

Ah, y eso no es nada. El escritorio de mi laburo está poblado de papeles, libros. Cuadernos. Carpetas. Resaltadores, lápices, biromes. Fotos. Dos calendarios.

Mi mamá dice que soy desordenada porque no dejo de acaparar. Mi versión libre es mucho menos egoísta y adolescente: no tirar cosas me da cierta seguridad. La certeza de que si lo necesito, si lo extraño, si me dan ganas de leer o tengo curiosidad, no tengo más que revolver para encontrar.

Aunque tal vez sea mucho más profundo, más difícil de tratar. Quizás mi problema sea que todavía no aprendí a soltar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se trata de dejar opciones abiertas:
Si tirás las cosas ya no hay vuelta atrás
Si no las tirás ahora, todavía las podés tirar cuando quieras

Caro dijo...

Visto desde ese punto de vista, acumular tiene mucho más sentido.

Igual nunca fui una gran tiradora. Siempre me encariño y le encuetro algún sentido.