martes, septiembre 28

Archivo de mails (algún momento del 2009)

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Primero y principal, como se debe voy a explicar el título. Lo puse simplemente porque estaba escuchando All Apologies de Nirvana, lo cual me recuerda que voy a tener que hacer una lista con las cosas que ninguna persona debería dejar de experimentar. Volviendo a lo anterior... puede que también sea algun tipo de petitorio, digamosle algo así como un "disculpáme 'carlangas-chapas no tan largas' que a veces fui tan pendeja". Pero no estoy muy segura, podría llegar a ser como podría no llegar a ser... bastante muppet el tema, como que sí existe pero no es tan así.


Empezamos muy mal. Me acuerdo cómo nos “mal-queríamos” tanto. Cómo mamá decía “ay Caro, es chiquita” cuando le ibas con el cuento de que te había usado los pinceles para pintar con plasticola. Cómo vos eras la buena alumna y yo estaba siempre por repetir. Cada una era lo contrario de la otra, el antagonista. Pero al mismo tiempo, y ya te lo expliqué, te tenía mucha admiración (tengo). Por ese entonces quería hacer todo lo que vos hacías, pintar como vos, usar tus cosas… además el tipo de Art Attack no me ayudaba porque me incentivaba con sus frasecitas de: “no se necesita ser un gran experto para ser un gran artista” o “se puede hacer arte con cualquier cosa”.


Después no sé que nos pasó. Con nuestros altos y bajos nos peleábamos cada vez menos. Tanto hasta el punto en que sólo me retabas cuando tenías un fundamento verdadero (“¿Dónde fuck están mis zapatillas?”). Nos dimos cuenta de lo gracioso que puede ser papi-fútbol (“y ésta está casado con este, que es negro pero es buen tipo eh”), descubrimos nuestras habilidades para cantarle al romance, conocimos a Wendy Sulca, me filmaste rompiéndome la cabeza con massey, y ya no era más tu hermana rompe cosas. Me bancaste al recital de los Strokes, salimos juntas, me di cuenta lo bueno que está George Harrison, me llevaste a tu facultad (“¿pero cómo vas a entrar con esos pantalones todos rotos y ojotas? No-no vestite bien que sino no te dejan entrar”. Nota del autor: cómo han cambiado las épocas.) También hubo un entonces en el que papá estaba en San Francisco y te inventé una jocosa canción: (melodía de Todavía Cantamos por Víctor Heredia) "Caro pestañas de llama/ las crenchas de mi hermana/ ella cuelga un cuadro/ y se rompe un jarro" y sigue...


Cambiaste a Alanis Morisette por Lisando Aristimuño; empezaste escuchando mucho Coldplay, después empezaste a escuchar la Bersuit y terminaste parando por la música de Radiohead; dejaste Bellas Artes y empezaste en una petrolera; tenías el pelo largo y ahora te lo dejaste a lo María Marta Serra Lima rulosa; tu preocupación antes era tener el pelo lacio ahora es tener suficiente rulo; mirabas Daria y ahora te degustás con Liniers (¿mirabas Daria no? Por ahí deliré); dejaste a Sole y Rocco-locco te reabrió las puertas a la inspiración; no me dejabas fumar en el baño y ahora ya ni te quejás.


Bueno en fin, cambiaste, cambié o te conozco más. Me parece que nos empezamos a entender el día que nos reímos del “y a la grande le puse Cuca” o del “no vives de ensalada” y sin duda, años más tarde, el moño fue Juana Molina y Wendy Sulca. Y ahora somos sinónimos, buena onda.


Ah y creo que odio a Michael Jackson.


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No, mentira. Canta bien y sus canciones son pegadizas.

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