sábado, agosto 1

I love my rotten, ungrateful, niece

A pesar de que quedaba una sola banana y la partí al medio para compartirla con ella (me estiraba sus manitas desde el andador gritando algo inteligible), y que luego de entregarle su parte la amasó con sus dedos gordos y pequeños hasta hacerla puréd, y dejó caer al piso en un descuido cuando apareció algo mucho más interesante para comer: la galletita.

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