martes, octubre 16

Closer

Sería incapaz de serle infiel.

Incapaz.

Lacho dice que la infidelidad es algo innato en el hombre. Que por ser descendiente en línea recta del chimpancé (pasando por el Australopithecus, que sería el ascendiente en primer grado en línea recta de Adán) está condenado a comer bananas y correr tras otras hembras por los siglos de los siglos. Y que además de la infidelidad, las mujeres tienen una tendencia peligrosa -al igual que las hembras chimpancé- a solapar relaciones, especialmente cuando ven que la cosa con el mono no va más (lo que él llama efecto DJ o de enganche). Así, conducen la relación al fracaso cierto e inevitable, manifestándose insoportables, demandantes, quejosas, desinteresadas e inyectoras de culpa, mientras se hacen de una nueva relación. Y sólo se deshacen del anterior una vez que se aseguran un nuevo partido.

Pero yo insisto en que la razón gobierna los instintos, y que es posible vencer a la naturaleza.

Y el claro ejemplo de ello es que siempre voy al mismo kiosco de Reconquista. Sería incapaz de cruzar la vereda y comprarle al viejo de enfrente. Antes de hacer una cosa así, me cortaría los dedos con un Tramontina.

En el kiosco de Reconquista yo sé exactamente donde está cada cosa: en dónde están colgadas las papas fritas, en qué heladera refrigeran el sandwich de pan árabe de jamón y queso que a mi me gusta, y en qué estante están los Shot. El chico ya sabe que le pago con un billete porque necesito las monedas para el tren, y jamás osaría pedirme cambio.

Y las cosas jamás están vencidas.

1 comentario:

Buda de nieve dijo...

y bueh, se ve que no soy el unico.... pero ni ahi me corto los dedos che.
Lo de las relaciones solapadas... yep, de lo otro no me hago cargo.