Llegó diciembre y no morí (al menos no todavía). Descubrí que el guacamole no resiste una semana en la heladera. Si bien la mayoría de las veces prefiero probar las cosas empíricamente, esta vez privilegié mi vida y decidí dejarlo fluir por la pileta de la cocina sin decir nada. Me comí los nachos que quedaban con mendicrim+ají+mostaza con miel y me quedé pintando la tela que en breve será otra cosa más que un fondo rojo carmín.
Que se está pudriendo, también. As guacamole did.
Evidentemente es un tema con los rojos. El pote de rojo de cadmio claro también se (me) está pudriendo. Después esa persona mala, también podrida.
En fin, TODO SE ESTÁ PUDRIENDO.
Y hay un cascarudo que se la está dando MAL contra la lámpara. Muchas veces, como insistente. Ese ruido asqueroso, de bicho pegándose contra-.
lunes, diciembre 1
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2 comentarios:
cascarudo dicen los snobs.
la palabra de la plebe es escarabajo.
al lenguaje lo que es del lenguaje.
un beso anònimo, desde el paìs de las mieles del anonimato...
Cascarudo acá y en Bangkok.
Al cascarudo, lo que le corresponde. Cascarudo.
Tano sucio, sos tan evidente hasta cuando anonimeás, jaja.
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