Cansada y con SPM, que es una pésima combinación.
Cuando no hay razones aparentes, la culpa es siempre (siempre siempre siempre) de las hormonas.
Y del dolor de ovarios.
El problema radica en que la conclusión es siempre ex post. Si fuera ex ante, me ahorraría muchos momentos ingratos. Y muchas agujas.
Extraño a mis amigas. La falta de energía y la falta de tiempo amenazan con convertirme en una isla. Ayer, decidiendo sobre las vacaciones, tiradas en el jardín sobre un mantel a cuadros fucsia y turquesa, probando una medialuna con dulce de leche espolvoreada con azúcar impalpable, todo parecía volver a la normalidad. Necesito más de eso.
También me di cuenta de que el error es intentar parecer poco vulnerable. Es poco humano. Es mentiroso, falso y no sirve. Para qué. No quiero eso.
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Por segundo domingo consecutivo le pido a mi papá que perfore la pared del pasillo para colgar unos cuadros. Muchos cuadros. Y fotos. Si él supiera la diferencia que los fisher y los tornillos que en ellos encajan (cuidadosamente elegidos de entre todos los que había en su caja clasificadora) hacen en mi vida, pondría un poco más de empeño.
domingo, noviembre 2
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2 comentarios:
De nada Caro...está bueno por lo menos poder echarle la culpa a las hormonas cada tanto, y acto seguido, un buen chocolate.
Muchas veces ando así también y más que isla soy planeta lejos...pero quien te dice?, lo más probable es que el instrumento de escisión está inventado y hay que encontrarlo no más.
Gracias por la recomendación fotográfica, me gustó ;)
Un beso.
Flo
Y no le pediste a H que se ocupe de los agujeros del pasillo? Yo lo haría!
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