martes, octubre 21

Zueño

Ahora: mucho sueño, ganas terribles de dormir y de (simultáneamente) golpearme la cabeza con algo para no claudicar. Que tengo que terminar de escribir este f*king consent. No me gusta nada, la verdad. La vida sería mucho más linda si pudiera hacer todas las cosas que realmente me vinieran en ganas. Viajar. Hacer snorkel. Pintar. Escribir. Leer. Patinar (!). Visitarla a Lola, preparar una chocotorta. Aprender a tocar la flauta traversa. O el violín. Pero sobre todo y más que nada, viajar. Y trabajar en un bar (rankea en los primeros lugares en mi lista de pendientes). También algo en una playa con cocos y olor a protección solar. No sé. Como el wey de Carrizalillo, el de la tabla de surf que me daba clases for free. Pablo, sí.

Voy a ver si tengo alguna foto.



(bueno, no, no hay foto; encontré a Stella y una pierna de Pablo. Y su tabla de sorf, atrás)

Entonces era sueño y de a montones. No cuento las ovejas, pero me las imagino. No saltan ningún cerco, nada. Están ahí pastando. Panchas. Mastican berro (que crece en las orillas). Y como mi mente es pura sinapsis (que la mayoría de las veces no revelo, me guardo para mi, pero esta vez-), bueno, mi mente en puro acto sináptico hace: ovejas-vacas-rumeantes-Miss Anita-Natural Economy-mastication-manure-farts-methane gas-global warming. Y su idea fantabulosa de que la bosta de las vacas contribuía al calentamiento global. Gawd. Cuando uno es niño corre el riesgo de creer estas cosas.

Volviendo a las ovejas, podría dormir con los ojos abiertos. Me imagino mi cabeza sobre la almohada de plumas, la funda rayada, la lluvia afuera, las gotas pegando contra la ventana. El hilo de baba recorriendo el trayecto boca-almohada (la cantidad de baba es directamente proporcional a la profunidad del sueño).

Un libro, también. Porque estaba leyendo boca abajo Harpo speaks, y entonces está babeado. Abierto, boca abajo. Y seguro que también perdí la página. Al principio, cuando se te están cerrando los ojos tratás de no perderla. Después ya no. Fue.

Bueno, en todo caso está bueno dormir cuando llueve. Y está muy mal laburar cuando uno tiene tantas ganas de dormir.

Acto seguido, actalizo mi résumé.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

frustrada. todas las cosas que querés hacer stan a tu alcance!
No las hacés de cagona.
Es fea la gente infelíz, loco...

+mery+ dijo...

Ah bueno... haceme un favor, tomate 5 minutos para pensar en tu propia vida y decime si volverias a escribir el mismo comentario. Por q no creo que seas muy feliz si escribis semejantes pelotudeces.
Le decis cagona a mi amiga y firmas como anonimo? muy coherente lo tuyo.
(perdon negra, es lo q me salio...)

Caro dijo...

ajajajaja

Dejemos que haga catarsis.

De todas formas quería decirte, yo sí soy feliz. Pero si no existieran contrastes, no disfrutaría tanto las cosas que me gustan.

Anónimo dijo...

la novia?

y vos quién sos? la defensora del pueblo? la novia?

Por ranelagh est{a lleno de noviecitas como vos. sab{es d{onde queda?

aguante el partido obrero, loco!