Uno vuelve de la ronda de bares, cosa que no hechaba de menos pero que, no obstante, hacía rato que no iba por una cerveza a escuchar en esterefonico los cantautores actuales y se siente a disgusto. No con la vida que tantos canones de protesta y de reproche a ligado -pobre-. Tampoco con el amor o el caos existencial, sino con el insomnio que lo desvela por estar algo mareado a causa de las varias cervezas y se pone a revisar el correo, a buscar algo agradable que oír, abre el word para ver qué miserable palabra puede dejarle al mundo y nada. Aparece una nada sartreana, pesimista, eogista como la del adolescente que necesita cada viernes ir a ahogar sus penas en el fondo de algun vaso y vuelve en la nostalgia, y no puede escribir, y para leer Leopoldo Marechal le pesan demasiado los parapados. Hace una recorrida por los antiguos blogs que solia frecuentar y de repente Caro, la señorita que se creó un fotolog en viejas epocas para firmarle a dos enorgumenos que se ponían a practirar su repertorio de ensayos y pensamientos en un espacio virtual, para que otros, otros que no fueran ellos, que no fueran otros, les dejaran su racimo de palabras, sus petalos de gracias y bueno... pensé yo que, quizás, si usted podia perdonarle a este intruso con poca cortesia y dejarle un rinconcito en su publica intimidad... éste intruso, es decir yo, que anduvo de ronda por los bares podía, dejarle algunas palabras, viejas, acobardas, oxidadas, como de consentimiento y resumirle que en cuarenta minutos de lectura se recorrio entre lineas un poco de su vida...
3 comentarios:
Luna es una gata?
Ajá.
Uno vuelve de la ronda de bares, cosa que no hechaba de menos pero que, no obstante, hacía rato que no iba por una cerveza a escuchar en esterefonico los cantautores actuales y se siente a disgusto. No con la vida que tantos canones de protesta y de reproche a ligado -pobre-. Tampoco con el amor o el caos existencial, sino con el insomnio que lo desvela por estar algo mareado a causa de las varias cervezas y se pone a revisar el correo, a buscar algo agradable que oír, abre el word para ver qué miserable palabra puede dejarle al mundo y nada. Aparece una nada sartreana, pesimista, eogista como la del adolescente que necesita cada viernes ir a ahogar sus penas en el fondo de algun vaso y vuelve en la nostalgia, y no puede escribir, y para leer Leopoldo Marechal le pesan demasiado los parapados. Hace una recorrida por los antiguos blogs que solia frecuentar y de repente Caro, la señorita que se creó un fotolog en viejas epocas para firmarle a dos enorgumenos que se ponían a practirar su repertorio de ensayos y pensamientos en un espacio virtual, para que otros, otros que no fueran ellos, que no fueran otros, les dejaran su racimo de palabras, sus petalos de gracias y bueno... pensé yo que, quizás, si usted podia perdonarle a este intruso con poca cortesia y dejarle un rinconcito en su publica intimidad... éste intruso, es decir yo, que anduvo de ronda por los bares podía, dejarle algunas palabras, viejas, acobardas, oxidadas, como de consentimiento y resumirle que en cuarenta minutos de lectura se recorrio entre lineas un poco de su vida...
Manuel
Publicar un comentario