Así y todo (así y todo me refiero al antibiótico, a la vitamina C, al Acemuk, y a las nebulizaciones) sigo con tos y congestionada. No escucho nada desde el lunes y el trabajo no sólo pareciera nunca acabar, sino que juraría se reproduce cuando me levanto del escritorio. Estoy cansada y necesito vacaciones con urgencia inclasificable. Cansada. Tengo ojeras, me duele la espalda, mi cerebro está a punto de sublimar.
La tarta que me compré en el Emperador (la Caracas) me revolvió la panza, y estuve tomando té de cedrón toda la tarde para combatirlo. Nota mental: nunca más comida del Emperador. Sí a la comida de Giannis, y sí a la comida de Aroma. Y sí a la tortilla española babé de Tancat. Y por sobre todas las cosas: sí a los sanguchitos del bolichito sobre Ricardo Rojas.
Tengo 27 años y me faltan 3 para los treinta. Soy muy joven para morir de una úlcera.
miércoles, septiembre 16
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