jueves, julio 31
Cuando estás tan triste los días se miden por las horas que faltan para irte a dormir. Para quedarte quieta-quieta, cerrar los ojos, y que el sueño te lleve hasta el día siguiente. Y los días consisten en levantarte, en respirar y exhalar mecánicamente, en intentar ocupar la cabeza con otras cosas, y en cerrar cada tanto los ojos y llorar para adentro, para que nadie se de cuenta, mover mucho los ojos con los párpados cerrados para que las lágrimas no te delaten, aunque las lágrimas que más duelen son las que se lloran para adentro. Y comer para que no te duela la cabeza. Y volver a quedarte quieta-quieta en la cama, para que el sueño te lleve hasta el día siguiente. Y así. Y así.
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