Orden del día

Antes de lanzarme al empirismo, leo El arte de la guerra y tomo nota sobre las técnicas de negociación. Buscando reconfirmar mis teorías hablo con Ine, con Tina, con Gandi con Tesa. Con Pauli. Con mi hermana. Con la amiga de mi hermana, que es como mi hermana, y con quien a veces mojo al unísono los pies en la pileta. Le contesto a Mery y le digo que All things must pass. Hablo con todas las mujeres confiables que conozco (o con muchas de las que conozco),criteriosas y fuera del período menstrual (que se entiende como desequilibrante) y me dan la razón.

Además de eso volví de mis vacaciones trés contente. Lo mejor de irse es volver y dormir en tu cama.

Encontré mi escritorio más ordenado de lo habitual, contesté los correos de rigor, desactivé mi "away from the office", llené mi ipod de energía y me fui a depilar con Andrea, que hace tanto no veía, y que se compró una Singer para coser overlock. Además de caerme bien, Andrea es mi depiladora preferida porque siempre se toma el trabajo de repasarme con la pincita.