El fin de semana fue de despedida de solteras por tres, mucho mar y mucha playa, poco dormir. Me levanté cansada hoy, ahora por ejemplo me duele la cabeza. Hay días en que no tenés ganas de trabajar y ya. Pienso que le debe pasar a todo el mundo, tampoco es tan grave.
Con unas ganas terribles de que sea otoño y los días se empiecen a acortar. Las hojas en la tierra, descomponiéndose y ese olor tan particular. Tengo muchas ganas de cine a la tarde, y tengo ganas de bufandas y pantalones de corderoy, un café con leche calentito, quedarme dormida con T en la estrechez de la hamaca paraguaya, escuchando música.
Hoy me siento rarísima. Estoy cansada, no tengo ganas de pensar.
Escucho esa vocecita en mi cabeza que me dice cosas raras todo el tiempo, me pregunta, qué más, eh, qué más.
lunes, febrero 15
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