En tres días me voy de vacaciones

Recibí un mail de alguien que se quejaba 'dejá de subir fotos de Lola como si no nos estuviéramos dando cuenta, eh, te estás haciendo la loca?'.

Me encantan los stalkers. Pienso en stalkers y el primero que se me viene a la mente es Mark Chapman. También pienso en alguna versión mía anterior, conversaciones onda 'quedáte, no te vayas, si te vas me pongo triste' (bloqueando el pasillo con los brazos, por ejemplo) y después pensando que en realidad en un punto hasta me divertía stalkear. De chica incluso, situaciones de la naturaleza del stalkeo (en realidad psico-patológicas), cuando mi mamá estaba de guardia y los martes nos venía a cuidar mi abuela, me iba hasta el borde de la pileta y amenazaba 'si no viene mi mamá me tiro'.

Ahora me he convertido en una versión mucho más considerada. Aviso de antemano, detallo mis planes macabros con suma ingeniería. Hago dibujos ilustrativos y los pego con imanes en la heladera.

Después de Mark Chapman vienen: Homero, Esa Chica De Personal Que Insiste Con Que Le De Datos Míos Por Teléfono, Bree Hodge, el señor de la puerta (de quien ya he hablado en otra oportunidad y que está en uno de los tomos de mi lista de personas no gratas y ajenas a mi círculo de confianza). Mi hermana cuando tiene ideas fijas.

Entonces alguien se quejaba porque no estaba escribiendo mucho. Es cierto. También es cierto que marzo fue un mes complicado. Y eso, muchas veces, el querido lector no lo sabe. No lo sabe.

En síntesis podría decir que estuve cuidando a alguien de cerca. Después hubo alguien que me tuvo que cuidar para que yo no sucumbiera. Fue como una especie de equilibrio universal que se dio recién al final, pero que los primeros días me trajo mucho dolor de cabeza. Otros tuve ganas de vomitar. Un día no fui a trabajar. Tampoco fui al taller. Dormí poco. Conjugaba mal los verbos y me olvidaba de las cosas. Una cosa bastante horrible, ahora que pienso.

Una lectura rápida de los hechos llevaría a la conclusión de que el balance fue malo. Una lectura rápida y errada.

Pero bueno, eventualmente el querido lector comprenderá. Cuando pasen los días y pueda escribir de nuevo, comprenderá.

'Ah, pero con razón', va a decir el querido lector, 'con-razón'.